La boda de Eloísa y Vicente, una pareja estable que ya había compartido muchos años de noviazgo.
Dar el paso al sí quiero, fue un momento muy emotivo. Ella, una chica actual, llena de amabilidad y responsabilidad, eligió para su boda los colores más brillantes, y más luminosos.
El ramo de novia, fue tan espectacular como su vestido novia.
Desde muy temprano, comenzamos el día de la boda a vestir el lugar donde se celebrará el convite.
Un lugar clave en las Rutas del Quijote, este bello paraje de largas y extensas lagunas de color verdosas, rodeado de árboles centenarios, su fauna y flora, muy atractiva, hacen de este lugar , el sitio idóneo para casarse al atardecer de un brillante día de verano.
Nuestros asistentes, ponen toda su pasión en preparar toda la decoración.
Bolas de mimbre suspendidas en el aíre, darán una luz muy romántica y cálida en la pista de baile.
Farolillos de colores, rodean todo el recinto, ya que la intención es dar luz cálida al evento, con el reflejo en el agua de la laguna que está a píe de pista.
Velas huecas, y botes de cristal con flores, suspendidos de cada árbol que se encuentran dentro del recinto donde los invitados cenarán plácidamente.
Decoración rústica con gavillas de mimbre que adornadas con flores y velas, harán un bonito efecto nocturno.
Preparación de una mesa para picar después de la cena, con preciosas esculturas frutales.
El decorado del photocall quedó precioso, con la bici, los palets, acompañados de los juegos de luces, faroles y jaulas florales.
La pista de baile preparada con las bolas de mimbre y sus luces, que seguro harán brillar a todo aquél que entre a bailar.
Y tras, un duro día de trabajo, nos damos un refrescante baño en la Laguna la Colgada, a la espera de los novios pronto darán el sí quiero!
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