Que ilusión que hace ver esos pequeños detalles que nos harán tan resplandecientes el día de nuestra boda.
Los zapatos, las joyas, vestido, peinado……todo esto, que a veces nos causa estrés por repetidas pruebas, y que al mismo tiempo tanto nos emociona, solamente, seremos conscientes de lo bonito que era el día después.
Los nervios, la emoción, querer que todo salga perfecto ese día, nos hace olvidar, los detalles tan bonitos que llevamos puestos. Pero el día después, analizamos con detenimiento nuestros accesorios, y pensamos en los bonitos que eran, y que volveríamos a ponérnoslo de nuevo una vez más.
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