Nos desplazamos a la finca Los Cerrillos, situada en el paraje del Castillo de Peñarroya, destino obligatorio para visitar. Disponiendo de la una renovada casa rural muy rústica, cuenta con un despacho de quesos, pero quesos de los buenos, los de mi pueblo, jejejje.
Pero hoy, no hemos venido a comprar queso, sino a decorar sus instalaciones para una boda muy especial…
Santi y Yolanda, llegaron a mí de casualidad, y juntos diseñamos como sería su boda.
Yolanda quería un altar alegre , con colores que dejaran en segundo plano el verde de los árboles, así que, decidimos utilizar estos grande abanicos, que bailaban al son del viento.
También unas telas de organza y unos aros de eucalipto para adornar las columnas del cobertizo.
Una temperatura de 40º nos invitaba a saltar a esta preciosa piscina que quedaba justo en medio de los invitados. Las alpacas fueron arregladas con una tela de saco, y unas cintas de encaje de algodón en sus extremos.
Faroles rodean la piscina, junto con las minigavillas de mimbre. Me encantó este diseño rústico, con ese aíre festivo.
Lo más sorprendente fue el reflejo de la luz de las bolas suspendidas sobre la piscina.
Al terminar la ceremonia civil, se colocaron los fajos de paja alrededor de la piscina, para que la gente pudiese sentarse a charlar mientras miraban el agua cristalina de la piscina. Igualmente, en el altar se colocaron varias alpacas unidas y recrear un ambiente chill out .
El rincón del photocall, me encantó, un extenso decorado en el cual puertas antiguas, fueron utilizadas para colgar fotos de los novios, amigos, familiares, desde el comienzo…..fotos muy vintage, que me hicieron participe de su historia de amor, cuantos momentos vividos juntos, y cuantos compartidos con tantas personas queridas por ellos. Lo cierto, es que disfruté mucho organizando las fotos porque cada una de ella me decía algo….
Todas las fotos colgadas tenía su copia en estas fantásticas maletas de los años 70, y quisieron que cada persona se llevara la foto de aquel día, aquel momento vivido con los novios, cada persona se buscó en este gran álbum y cuando se encontraba, sonreían, y volvían atrás en el tiempo, ……..diciendo….., recuerdo aquel día, que estábamos, y……
La cena se servió en la parte alta de la finca, un bello espacio rodeado de árboles, que se convirtió en una escena de cuento . Con un encanto increíble, donde largas mesas iluminadas con guirnaldas de luces, te invitaban a sentarte y compartir con los demás invitados un ¡¡¡VIVAN LOS NOVIOOSSSS!!! y una copa de vino. Jajjajaja.
La comida servida por los hermanos Trujillo, estaba buenísima, ese pincho de gambas con verduras, me encantó…..
Como decoración de las mesas, se utilizó unas manzanas con unas velitas dentro, un poco de canela y lavanda, rodeadas por finas ramas de pasiflora. Un camino de tela de saco, dejo una mesa super elegante en su línea rústica.
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Llegamos por casualidad y nos encontramos con nuestra decoración ideal!!! Todo quedó genial, aportando nuestras ideas, con su experiencia, originalidad… una pedazo de decoración para una boda que fue más que mágica! Gracias por la decoración, por el servico, por la gente…
Chicos fue un placer trabajar con vosotros. Estoy encantada! Muchas gracias!
Una boda especial para una pareja divina, os deseo la mayor felicidad