La Boda de Nuria
Una pareja muy natural, amables, de buen gusto, y fácil comunicación , y fue…..
…en un lugar de la mancha , la Ermita del Castillo de Peñarroya, situado en el pleno monte manchego, rodeado de romero, y tomillo, un olor inconfundible en primavera. Encinas , pinos y cipreses ofrecen su sombra al viajero.
El recién nacido Guadiana, asoma por en el patio de armas del Castillo, con un color azul intenso, que te deja hipnotizado por unos instantes.
Y allí nuestra pareja de este relato se dio el ¡Sí, quiero!
El ramo que eligió Nuria , resultó muy romántico por sus colores rosados, así como muy elegante por su forma, todo un acierto. Acompañando a ese precioso vestido de volantes y blonda en mangas y cuerpo.
Una tarde, donde la lluvia también fue invitada a la boda, pero tras las nubes, lució un explendido sol, acompañado de un precioso arco iris.
El Castillo de Peñarroya, así como su ermita, forman parte de la fortaleza mediaval que data de siglo XII, arrebatado a los musulmanes tras la reconquista, perteneció a la orden de San Juan.
Allí fue hallada la Virgen llamada de Peñarroya, una imagen que hoy en día no es la misma talla que la original, pues la original fue un tesoro descubierto por perdonar la vida a un soldado musulmán, historia que podréis leer solo en la antigua ermita situada junto al desfiladero.
La decoración floral que da paso a la entrada a la Iglesia, fue decorada con mucho acierto, acompañando a los colores marrones de la piedra y la rusticidad, los mimbres son un excelente recurso para ello.
Unos sencillos centros florales de margaritas surgen sobre los mimbres. De fondo, las verjas que nos abren el paso, a modo de lanzas.
En el interior , una muestra de lo acogedora que resulta esta Ermita, así como su historia plasmada en las paredes.
Detalles con luz propia en la decoración de la boda.
Y aquí comienza la verdadera historia de esta alegre pareja.
En el lugar… La fortaleza situada en plena ruta de Don Quijote, donde Peñarroya, no es solo un nombre sino una gran historia, situada en la una peña “roja”, de ahí su nombre, fuero esta testigos de reconquistas, pero el viajero quedará sorprendido por su inmensa riqueza arqueológica de la Edad de bronce, su pantano, puerta abierta de las Lagunas de Ruidera, y continuación del rio que aparece y desaparece, el Guadiana….
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