Dos chicos extraordinarios, derrochando simpatía y elegancia. Buscaban un lugar para su enlace rodeado de árboles, césped, lavandas, petunias…. Un sitio donde solamente al entrar, ya sintieras esa paz, ese sosiego.
Nos desplazamos a los Jardines de Casa Rosita, donde estas viejas barricas fueron testigos de una boda de cuento….
Los aperos de labranza del siglo pasado decoran cada rincón.
Al ser una gran extensión de jardines, y tener gran posibilidad de distribución, nuestra pareja eligió el rincón más bonito para desarrollar la ceremonia.
Sobre el césped un camino lleva al altar sombreado por viejos sauces, rompemos el color verde de la arboleda con las rústicas gavillas de mimbre, flores de color naranja que proporcionan el color vivo y alegre.
El agua símbolo de pureza, y limpieza no podía faltar, espectacular esta fuente que, además de refrescar a los invitados, sin duda, acompaña al emotivo momento.
Un bodegón con una preciosa librería pasaría a formar parte de un decorado un tanto intelectual, sin dejar de lado el aspecto rústico, cajones, espigas, capazos….
Os cuento un secreto? Creo que este fue el verdadero photocall, porque el decorado era precioso y todos se hicieron foto junto a la librería.
Que bonito quedó el seating, juego de transparencia sobre unos grandes ventanales.
Gigantes bolas de mimbre con luces, suspendidas sobre la mesa en la cena, brillaron como estrellas.
Las iniciales de los novios realizadas con musgo, sobre palets de madera, quedaban muy originales.
No podía faltar una mesa dulce, mezcla de cupcakes, con chuches para que todos puedan elegir, sin olvidar el toque rústico. Esperando el momento justo para sacarla a su rincón exterior.
Lo detallistas que son estos chicos! Pensaron en todo, estos cestos contenían bailarinas de todos los números, para que ninguna chica pudiera excusarse a la hora de bailar por llevar tacones! jejeje
La pista de baile, preparada para recibir a los invitados, con esferas suspendidas, que por la noche se iluminarían y crearían un ambiente disco-verano.
Decorado para el photocall, armonizando con el entorno, más tarde, se trasladarían las letras de los novios a este punto para realizar bonitas fotos.
Terminada la decoración, nosotros permanecimos por detrás de estas piedras, y fuimos testigos de una boda de cuento…..
Quereis saber el final…..?
…..pues que todos vimos el amanecer del día después, en el paraje de San Miguel.
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