Justo un año antes, mantuvimos la primera cita en el complejo Entrelagos, el mismo día a la misma hora de la ceremonia.
Una joven pareja, llena de sueños, ilusiones, con tantas ideas para planificar su boda, y mi deber, ayudarles en todo lo posible para hacer de ese día el más bonito de sus vidas.
Mi recuerdo de aquel día, fue la manía que tenía Noelia de “sacarse los novios en los nudillos”, parecía estar preparándose para pelear, jajajjaja….mientras Sergio, estaba pendiente de mimar a Noelia. Me parecieron tan encantadores….
De modo que cuando llegue a mi oficina, me puse a trabajar en su boda, un bello paraje natural, una pareja encantadora, y el mes de septiembre intentando despedirse del verano.
En nuestro proyecto, el arco era imprescindible en un lugar de aspecto paradisíaco, y como el verano no quería despedirse aún los colores elegidos fueron tonos rosas, lilas, y morados para la decoración de este. Colores que resultan cálidos y románticos.
Un camino con pedestales de margaritas y orquídea Wanda, sobre una luminosa alfombra lila, llevaron a los novios hacia el altar.
Una escalera para exponer los accesorios necesarios y hacer participes a los invitados tras la ceremonia, con pétalos, arroz, pay-pays, etc…
Las banquetas de novios y padrinos arregladas con todo detalle.
Para el cóctel se utilizó la zona de la arboleda, con una gran sombra, y preciosas vistas hacia la laguna, lugar mágico, sin duda, en el cual se colgaron velas y frascos con flores, de los maravillosos árboles que rodean el recinto.
La decoración floral para la cena resultó sencilla y muy elegante, con estos jarrones de cristal con una rosa y velas de agua, sobre un plato de espejo. El reflejo de la decoración hace que esta sea mayor.
Y llegada la noche, donde ya los nervios han desaparecido, y solo la naturalidad, la confianza, y las ganas de disfrutar emergen, salimos a la terraza donde nos encontramos el photocall, y la Candy bar decorada con estilo japonés.
Nos encantó!!!
Y ahora, a prepararnos para echar unos bailecitos, en esta pista decorada con luces de colores.
El año pasó tan deprisa, y aquí estábamos celebrando la dulce boda de Noelia y Sergio, regalos y sorpresas inesperadas, una coordinación en la cual, me reí y disfruté de lo lindo.
Gracias Noelia por tu regalo, me hizo mucha ilusión, y mis deseos de que vuestra huellas sigan formando un solo corazón.
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