La boda de Aida y Björn
Cuando me llamó Aida y me explicó su situación, no dudé ningún momento en darle la tranquilidad de que todo saldría bien. La distancia, a la hora de organizar una boda puede suponer inquietud.
Aída una chica manchega, que se había enamorado de un chico alemán, a su vez los dos tenían su residencia en Francia por razones de trabajo, y como manda la tradición la boda debe hacerse en el pueblo de la novia.
Así que, aquí estábamos nosotros, en un lugar de la mancha, donde realizaríamos una boda con colores muy alegres para la ceremonia.
Un altar, decorado en sus columnas laterales con flores de colores alegres como decíamos y una fina organza en la parte superior.
Las sillas laterales donde se sentarían los invitados durante la ceremonia, fueron decoradas con un poco de olivo y flor silvestre. Y unos pétalos de colores para el camino hacia el altar.
Para el seating, utilizamos una puerta rústica y unos cajones acompañando con olivo, romero y toque de flores de colores.
Un rincón de bienvenida donde fusionamos el estilo sabby con una cómoda, y botellas de estilo vintage con romero, olivo y trigo. Creando este maravilloso bodegón.
No dejes que tus tacones se claven en el césped.
Elegimos un rincón para la mesa de firmas, junto a esta bonita escalera que nos mostraba fotos de nuestra entusiasta pareja. Cestos de flores secas y fanales acompañando la decoración.
El photocall, un rincón vintage, donde las luces eran visibles al caer la tarde sobre las guirnaldas de hojas verdes, la bici y el sillón no pueden faltar, para realizar unas magnificas fotos.
Las Iniciales de nuestra pareja fueron cubiertas con musgo, y luces de led, para brillar toda la noche.
Todo estaba preparado para el momento que habíamos estado planificando durante meses.
Aida y Björn ya podían disfrutar de un estupendo día de boda, llegados desde Francia, junto a familiares y amigos alemanes, franceses y españoles.
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